EMPRESAS DE INSERCIÓN EN ESPAÑA: DOCE SISTEMAS DIFERENTES

 

Un estudio revela importantes diferencias en el tratamiento de las Empresas de Inserción entre las distintas CCAA y destaca aquellas medidas que ofrecen mejores resultados en términos económicos y de empleo.

El UNRISD, el Instituto de las Naciones Unidas para la Investigación en Desarrollo Social ha publicado recientemente un breve artículo de Blanca Miedes (profesora del Máster de Políticas Territoriales de Empleo) y de su colega en el C3IT, Manuela Fernández, que recoge las conclusiones de un estudio comparativo sobre el apoyo público a las empresas de inserción en las diferentes comunidades autónomas en las que hay regulado un sistema de apoyo (cinco de ellas ni siquiera han establecido aún ayudas a las empresas de inserción ).

El análisis de los decretos regionales que regulan las ayudas así como los resultados del balance social recogido en la última memoria anual de la Federación de Asociaciones Empresariales de Empresas de Inserción (FAEDEI ), permite constatar las grandes diferencias entre unas regiones y otras así como que son más eficientes aquellos sistemas de apoyo público que encuentran un mejor equilibrio entre las ayudas económicas directas a las empresas, las ayudas a las asociaciones empresariales para su promoción (a través de la diseminación de sus actividades y del marketing social, por ejemplo),  así como medidas como la reserva de mercado o las cláusulas sociales en los mecanismos de contratación pública. Estas fórmulas más equilibradas, como en Aragón, por ejemplo, parecen ofrecer mejores resultados en términos de número de puestos de trabajo y retorno económico de los mismos.

Sin embargo, señala el estudio, aunque esta es una valiosa información, la cuestión está, como siempre en la vida, en cómo encontrar dicho equilibrio atendiendo a las circunstancias institucionales y socioeconómicas específicas de cada territorio. El improvisado laboratorio español, con doce modelos diferentes de apoyo a empresas de inserción, es un buen terreno para desarrollar proyectos de investigación-acción que permitan seguir evaluando los resultados de estas entidades en diferentes contextos. Avanzar por este camino permitiría sin duda a definir mejores marcos de apoyo.

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